1.
Definición
Es la medición de las vibraciones
que ejerce el paso de la sangre por las paredes de las arterias, las cuales son producidas en
cada contracción del corazón durante un minuto.
2.
Objetivos
2.1.
Identificar las características del pulso.
2.2.
Contribuir en la identificación
del diagnóstico correcto del paciente.
3.
Consideraciones
3.1.
Realizar la palpación sobre un
plano resistente.
3.2.
El pulso debe ser tomado en un
minuto.
3.3.
El pulso puede variar en
función a una serie de factores:
·
Edad, a
medida que aumenta la edad disminuye el número de pulsaciones.
·
Ejercicio, las células de los músculos
necesitan mucho oxígeno, con lo cual la frecuencia cardiaca se incrementa para
transportarlo a través del torrente sanguíneo.
·
Emociones, situaciones de miedo, ira,
preocupación, hacen que aumente la frecuencia debido a una estimulación del
sistema nervioso simpático.
·
El calor, la aplicación prolongada de
calor extremo incrementa el pulso debido a que disminuye la tensión arterial,
es decir, disminuye la resistencia al
paso de la sangre.
·
La posición corporal, la posición
horizontal aumenta momentáneamente el número de pulsaciones debido a que se reduce el volumen sanguíneo
habitual de las extremidades y circula mayor cantidad de sangre en la región
central, con lo que el corazón debe latir más de prisa para bombear el volumen
añadido.
·
La fiebre, por cada grado se produce un
ascenso de entre 15 y 20 latidos.
3.4.
Está contraindicado utilizar el
pulgar, ya que este dedo tiene un pulso y se puede confundir con el del
paciente.
4.
Materiales y
Equipos
4.1.
Reloj con segundero.
4.2.
Libreta de notas.
4.3.
Lapicero rojo.
4.4.
Hoja gráfica.
5.
Procedimiento
P1. Lavarse
las manos.
F1. Para
disminuir el riesgo de infección, puesto que las manos constituyen un excelente
vehículo de transmisión de microorganismos.
P2. Identificar
al paciente, darle comodidad y explicarle lo que se le hará.
F2. La
información adecuada reduce la ansiedad y favorece la colaboración.
P3. Observar
que el paciente esté descansado y tranquilo.
F3. Factores
fisiológicos como: la edad, las emociones, los ejercicios físicos, la digestión y la postura pueden aumentar la
frecuencia cardiaca.
P4. Elegir
la arteria que permitirá captar el pulso. Colocar el 2do y 3ero y 4to dedos
sobre la arteria elegida y presionar suavemente hasta captar las pulsaciones.
F4. Las
arterias superficiales permiten percibir y controlar el pulso con facilidad.
Las arterias frecuentemente usadas son: radial, humeral, carotídea, femoral, pedio y temporal.
P5. Contar
las pulsaciones durante un minuto, observando las demás características y
registrar en la libreta de notas.
F5. Las
características del pulso son: la frecuencia, el ritmo, la tensión y la
amplitud.
-
Frecuencia: Es el número de pulsaciones tomadas en un minuto. En un adulto
el promedio es de 60 a 90 en un pre-escolar de 80 a 100, en el recién nacido es de 120 a 160.
Taquicardia (taquisfigmia): más de 90 pulsaciones en un minuto. Bradicardia
(bradisfigmia): menos de 60 pulsaciones por minuto.
-
Ritmo: Es el intervalo de tiempo entre cada pulsación.
Rítmico: Cuando los intervalos son iguales.
Arrítmico: Cuando los intervalos son desiguales.
-
Tensión: Grado de compresión que debe realizarse para interrumpir el pasaje
de la onda pulsátil.
Duro: cuando se debe hacer una compresión fuerte.
Blando: Medianamente duro.
-
Amplitud: Grado de impulsión de cada onda pulsátil.
Amplio: Cuando la impulsión es fuerte.
Pequeño: Cuando la impulsión es débil.
Normal: Medianamente amplio.
F5. Al
contar durante un minuto se asegura la exactitud de las características del
pulso.
P6. Lavarse
las manos.
P7. Registrar
los datos en la hoja gráfica de la historia clínica del paciente, indicando la
fecha y hora del control.
F7. El
registro sistemático de los datos durante un
periodo determinado, permite valorar las variaciones de las cifras obtenidas.
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